La relación entre México y Estados Unidos, marcada por la proximidad geográfica y la complejidad histórica, está experimentando cambios significativos. El país azteca se ha convertido en el principal socio comercial de Estados Unidos, reemplazando a China, en medio de un fenómeno de “nearshoring” que busca la proximidad en la producción.

El cambio en la dinámica entre México y Estados Unidos ha sido notable en los últimos tiempos, influenciado en gran medida por la política de Donald Trump. A pesar de su postura desafiante hacia México, su enfoque en China y la firma del T-MEC han fortalecido la relación bilateral. Esto ha llevado a que México se convierta en un centro de atención para el nearshoring a nivel mundial. A pesar de los desafíos que enfrenta, Estados Unidos reconoce a México como un socio estratégico en un mundo cada vez más globalizado.

¿China vs México?

Parte de las ventajas de México, radica en su posición geográfica estratégica y la mano de obra asequible han catapultado a nuestro país como el gran ganador en la disputa comercial entre China y Estados Unidos. El hito se confirmó el año pasado cuando, por primera vez en dos décadas, Estados Unidos importó más bienes y servicios de México que de cualquier otro país del mundo. Según datos recientes de la Oficina del Censo, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos alcanzaron los 475.606 millones de dólares en 2023, un aumento del 4,6% respecto al año anterior, mientras que las importaciones de productos chinos cayeron drásticamente en un 20%. Los principales productos mexicanos importados por Estados Unidos incluyen autopartes (27%), productos electrónicos (18%) y maquinaria (17%). Esta tendencia refleja el papel cada vez más prominente de México en el panorama comercial global.

El gobernador de Nuevo León, Samuel García, destaca la actual coyuntura como una oportunidad sin precedentes para México, al ser el epicentro del crecimiento del nearshoring en el país. Este estado del norte, líder en este tipo de inversiones a nivel nacional, ha atraído la atención tanto de grandes magnates como Elon Musk, quien planea construir una gigafactoria de Tesla cerca de Monterrey. Esta tendencia se fundamenta en la mano de obra económica, la exención de aranceles y la proximidad al mercado consumidor. En los primeros tres meses de este año, Nuevo León ha anunciado más de 50 inversiones vinculadas al nearshoring, con un valor estimado de 13.000 millones de dólares, según reveló Héctor Tijerina, director de Invest Monterrey. Con proyecciones que sugieren un impacto económico significativo, el auge industrial de la región podría alcanzar los 35.300 millones de dólares anuales a corto plazo, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Traslado de Producción de China a México

Por otro lado, el traslado de fábricas desde China a otros países como Vietnam, Indonesia y México se ha convertido en una estrategia cada vez más común para evitar los crecientes costos de producción en el gigante asiático. Además de buscar reducir los costos laborales, muchas empresas están optando por esta medida para cumplir con los requisitos del T-MEC y sortear las sanciones comerciales. México, en particular, se destaca como una opción atractiva debido a su mano de obra económica, como revela un estudio de The Boston Consulting Group, que indica que las empresas mexicanas gastan en promedio 372 dólares mensuales por empleado, en comparación con los 379 dólares que destinan las empresas chinas.

El traslado de la producción de China a México se ve respaldado por cifras que muestran una mayor productividad y menores costos laborales en el país. Según un informe, los trabajadores mexicanos laboran un promedio de 46 horas semanales, un 12% más que en China, y reciben una liquidación un 44% menor en caso de despido. Además, estudios indican un aumento significativo en el valor de las exportaciones de componentes chinos fabricados en México hacia Estados Unidos, evidenciando el interés de las empresas en sortear las reglas de origen y abastecer tanto al mercado estadounidense como al nacional.

El desarrollo del parque industrial Hofusan, ubicado al norte de Monterrey, marca un hito en la relación entre China y México. Con una extensión de 850 hectáreas, este complejo se ha convertido en un imán para empresas asiáticas que buscan producir bajo la etiqueta “hecho en México”, eludiendo las sanciones estadounidenses y las restricciones del T-MEC. Actualmente, 28 compañías chinas han invertido en el proyecto, con perspectivas de llegar a 35 en los próximos dos años y crear hasta 15,000 empleos en la región. Entre las empresas ya establecidas en Hofusan se encuentran Hisense, JAC Motors, SAIC Motor, Sunon Furniture y Man Wah Holdings.

Conclusión

Con el auge del nearshoring y la consolidación de México como un centro de atracción para inversiones extranjeras, hace que surjan desafíos significativos. La persistente inseguridad, la corrupción, los desastres naturales y la migración plantean obstáculos para el país en este proceso de expansión económica. Aunque el gobierno ha buscado capitalizar esta oportunidad, enfrenta críticas por la falta de avances en la pacificación del país y la violencia que persiste. Sin embargo, se están implementando estrategias para diversificar el crecimiento económico y distribuir los beneficios del nearshoring de manera más equitativa, incluyendo incentivos para la inversión en regiones del sur del país. El futuro económico de México se vislumbra prometedor, con un creciente interés de empresas extranjeras y una reducción en la emigración de ciudadanos, marcando un cambio positivo en el panorama nacional.

FUENTE:

Sánchez Olmos P. (2024). México, la nueva fábrica de Estados Unidos: del ‘made in China’ al ‘made in México’. En El Mundo