En primer lugar, es importante definir qué es el nearshoring. Se trata de una
estrategia de externalización en la que una empresa traslada sus actividades
comerciales o de producción a un país geográficamente cercano, que ofrece
costos más bajos en mano de obra y operación en comparación con el país de
origen. Este enfoque busca combinar las ventajas de la deslocalización con un
mejor control de los inconvenientes relacionados con la distancia y las
diferencias culturales. Se estima que esta tendencia podría generar cerca de 78
mil millones de dólares en nuevas exportaciones, especialmente en sectores
como el farmacéutico, textil, automotriz y energías renovables.
Debido a las interrupciones en las cadenas de suministro globales, el 79 % de las
empresas manufactureras estadounidenses han optado por relocalizar sus
operaciones en América del Norte. México se beneficia de una mano de obra
calificada y de infraestructura de calidad, lo que lo posiciona como un actor
clave del nearshoring en 2023, especialmente en regiones como Tijuana,
Monterrey y El Bajío.
Por otro lado, el Ministerio de Economía de Francia identificó 363 anuncios de
inversión en México entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2023, por un total
de 106 mil millones de dólares. Empresas internacionales han visto en México un
destino estratégico para sus operaciones dentro del nearshoring. Por ejemplo,
Tesla planea invertir más de 5 mil millones de dólares en una gigafactory en
Nuevo León, mientras que la empresa china Jetour destinará 3.5 mil millones a
Guanajuato. Asimismo, la compañía ítalo-argentina Ternium invertirá 3.2 mil
millones en una nueva planta de acero, y Kia-Hyundai desembolsará 3 mil
millones para una nueva planta en Monterrey. Estas inversiones consolidan el
papel de México como un destino atractivo para empresas globales.
El gobierno mexicano ha implementado diversas medidas para fomentar el
nearshoring, como deducciones fiscales y programas de atracción de
inversiones. Un ejemplo es la creación de la Ventanilla Única para Inversionistas
(VUI), diseñada para facilitar los trámites de inversión de más de 200 millones de
dólares. No obstante, el país enfrenta desafíos significativos, como una
regulación energética inestable, insuficiencia en infraestructura, escasez de
agua, falta de capacitación laboral y problemas de seguridad debido a los altosíndices de criminalidad. Estos factores podrían limitar la capacidad de México
para capitalizar completamente el fenómeno del nearshoring.
En 2025, el nearshoring en México continúa en ascenso y sigue atrayendo
inversiones extranjeras. La presidenta Claudia Sheinbaum ha lanzado el Plan
México, que ofrece hasta 30 mil millones de pesos en incentivos fiscales para
empresas que inviertan en sectores de alto valor agregado. Se espera que esta
iniciativa atraiga hasta 277 mil millones de dólares en nuevos capitales y genere
aproximadamente 1.5 millones de empleos adicionales para 2030.
Además, se busca reducir la dependencia de las importaciones chinas,
promoviendo una mayor producción local, especialmente en las industrias
automotriz y tecnológica. Esto se plantea como una estrategia de preparación
para la revisión del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá en 2026. A
pesar de las posibles tensiones comerciales con EE. UU., instituciones como Bank
of America prevén un fuerte crecimiento económico en México gracias al
nearshoring.
En definitiva, México se ha consolidado como un actor clave en el nearshoring,
aunque enfrenta retos importantes. Sin embargo, las perspectivas continúan
siendo favorables, con un crecimiento económico impulsado por la inversión
extranjera y la expansión de sectores estratégicos.