Estamos viviendo en tiempos donde la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental son temas de suma importancia. En este contexto, es esencial explorar de manera detallada los costos y pasivos ambientales que las empresas enfrentan, así como las estrategias para enfrentarlos.

En 1998, en México, las leyes establecían que quien originara un daño al ambiente debería asumir su reparación; sin embargo, a partir del 2003, los dueños de bienes raíces son responsables de la contaminación que hubiera en sus propiedades.

¿Qué son los Costos y Pasivos Ambientales?

Se refiere a Costos Ambientales a los gastos económicos asociados con el impacto ambiental dentro de las operaciones de una empresa. Estos costos pueden surgir de diversas actividades y prácticas comerciales que generan efectos negativos en el medio ambiente. 

Los pasivos ambientales representan las obligaciones futuras que una empresa asume debido a los impactos ambientales pasados o presentes de sus operaciones. Estos pasivos se reconocen en los estados financieros y reflejan la responsabilidad de la empresa con el medio ambiente. 

De acuerdo con un estudio proporcionado por el INEGI, en 2022, los mayores costos ambientales están relacionados con las emisiones de aire, la degradación del suelo, los residuos sólidos urbanos y la gestión de los recursos hídricos.

Costos Ambientales en México.

De acuerdo con el estudio de Cuentas Económicas y Ecológicas de México (CEEM) 2022, elaboradas por el INEGI, los mayores costos ambientales fueron los relacionados con las emisiones al aire, los cuales generaron un impacto del 2.5% del PIB; la degradación del suelo, con un 0.5% y los residuos sólidos urbanos, con 0.4%.

En el 2022, el costo total por el agotamiento y la degradación ambientales ascendió a 1.2 billones de pesos, equivalentes a 4.1% del PIB nacional.

La gestión de costos y pasivos ambientales no solo es una obligación ética, sino también una estrategia para las empresas en un mundo cada vez más centrado en la sostenibilidad. La sostenibilidad ya no es una opción, sino una obligación para un futuro sostenible.