China es conocida por ser un gran imitador de productos y que replica desde productos básicos hasta tecnología avanzada por lo que el mercado de automóviles no sería una excepción en su búsqueda por generar negocio en vista de una expansión a todo el mundo.
El primer intento en México de venta de distribución de autos chinos fue de la marca FAW, lo cuál pudo considerarse un rotundo fracaso en todos los sentidos: su calidad fue pésima, no se logró popularizar la venta de sus modelos como se pensaba hasta cerrar su negocio en México.
Siguiendo la referencia de nuestro país, existen seis armadoras que empezamos a conocer en las calles: JAC, MG motor, Chirey, BAIC, JMC y Changan.
La propuesta de mercado de dichas armadoras no es realmente diferente a lo qué ofrecen las marcas más codiciadas y con un posicionamiento de mercado histórico como Kia, Toyota, Ford, Chevrolet, VW, Mazada, etc. La gran diferencia radica en la especialidad de los chinos: lo mismo, pero más barato, es decir, buscan emular el diseño, funcionalidad y desempeño de sus coches pero con costos menores a los de la competencia.
¿Qué impacto tendrá en el mercado mundial?
Definitivamente significativo ya que la industria automotriz es de las más relevantes (tan importante como el sector financiero o de bines raíces) por lo que sus efectos podrán ser no tan buenos para las principales armadoras del mundo como las mencionadas anteriormente. Según el portal statista en el año 2017 se lograron vender 95.893 millones de automóviles en el mundo pero en el 2020 durante la entrada del COVID, tan solo se lograron vender 78.774 millones y en 2022, alrededor de 79.5 millones lo que implica estar lejos del auge previo a la pandemia.
Con datos del 2022, Toyota y VW Group, lideran la venta de automóviles con una participación aproximada del 20% de todo el mercado de automóviles versus las compañías de sede China del 36% en el mercado global.
Cómo podemos identificar, las armadoras chinas, son una parte relevante en la industria y no son cualquier competidor en términos de volumen y recursos; es cierto que su mayor mercado proviene de las ventas de su propio país, el cuál es suficiente para comenzar un proceso de expansión global sin miedo a competir a las marcas históricas.
¿Qué implicaciones tendrá en los mercados financieros?
Conocedores de qué la industria automotriz ha estado en un declive en los últimos 3 años, existe una buna perspectiva de recuperación camino al 2030, inclusive me animo a decir que existe buena oportunidad de inversión en el sector, sin embargo, la entrada de autos chinos más económicos podría generar una turbulencia entre las principales armadoras a nivel mundial lo que significaría prolongar su recuperación debido a una mayor competencia, considerando que el margen de recuperación es bastante alto.
La pregunta real es ¿las armadoras Chinas pueden ser competitivas en términos de calidad? Ya hemos visto fenómenos similares, como la historia de Huawei compitiendo de tú a tú con Samsung o Motorola en el mercado de Smartphones y el resultado fue de un boom inicial para la compañía de origen asiático, en el cual, sus modelos eran similares con mayor funcionalidad y a menor coste. Posteriormente al éxito inicial, los modelos de Huawei se vinieron abajo, por distintas razones ajenas inclusive a sus productos, pero también un hecho fue que sus equipos tenían un promedio de durabilidad menor al de sus competidores. ¿Pasará lo mismo con sus vehículos? Solo el tiempo lo dirá; veremos qué tan atractivo puede ser invertir en estas compañías y adquirir sus automóviles.
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